C A R G A N D O...
El que teme perder, sufre de temor... : Salvemos a mi pueblo

3 de marzo de 2009

El que teme perder, sufre de temor...

El día 19 de Febrero del corriente año, fue publicado en un periodico local, el editorial del jurasico Enrique Altamirano en el que ataca al padre Jon Cortina de esta forma:

Leer Editorial aqui

Este es el comentario que escribió en respuesta el padre Tojeira y que fuera difundido por YSUCA :
Padre Tojeira: Editorial YSUCA
La historia, la mentira y la histeria:
Los tiempos electorales son propicios para la mentira. Especialmente para la mentira histórica inmediata, que generalmente se lanza al público con tonos histéricos. Ya habíamos observado en la edición del día viernes 13 de Febrero del Diario de Hoy, que en la página 4 se afirmaba que en tiempos de Chávez habían muerto cien mil millones de personas víctimas de la violencia. Alguna gente esperaba que dado lo monumental de la mentira, y además publicada en una nota no de un periodista particular, sino responsabilizando a “agencias”, el Diario mencionado pidiera disculpas a los lectores. Cien mil millones de personas son las que aproximadamente han vivido en el planeta tierra desde que comenzó a existir el “homo sapiens” hasta el año 2000. Al menos eso calcula el PRB, una reconocida organización que estudia el tema de población. Pero la magnitud de la exageración, dado que es contra Chávez, no permite un reconocimiento del error. Mucho menos pedirle disculpas a sus lectores.
Y es que en tiempo de elecciones la mentira histérica de Enrique Altamirano, dueño e inspirador de la violencia verbal de mayor difusión en El Salvador, no tiene límites. A los pocos días de la mentira poblacional se dedicó en un editorial a denigrar a un sacerdote, Jon Cortina, que no sólo defendió y se solidarizó permanentemente con las víctimas de la guerra, sino que después de la misma contribuyó a la reconciliación, promoviendo el encuentro de niños desaparecidos y su reencuentro con los padres biológicos salvadoreños. La Fundación Pro Búsqueda, iniciada y alentada por el Padre Cortina hasta su muerte, es todavía hoy la ONG más exitosa de América Latina en conseguir que niños desaparecidos durante las guerras civiles y sucias pudieran reencontrar a sus padres biológicos.
Decir que alentaba personalmente a los niños a incorporarse a la guerrilla no es más que una mentira dedicada a ensuciar el recuerdo de un sacerdote que contribuyó a la paz y reconciliación de El Salvador. Y mentiras además dichas por Enrique Altamirano, del que existen muchos más indicios y pruebas de que financió a los escuadrones de la muerte, de las que él lanza contra el Padre Jon Cortina. El Diario de Hoy, dirigido desde hace años por Enrique Altamirano, se significó a lo largo de toda la guerra civil por su lenguaje violento e incitador de violencia, por su odio visceral a arzobispos como Mons. Romero y Mons. Rivera, por su enemistad con el proceso de paz y por su protección y encubrimiento de los terribles crímenes cometidos por el ejército y los escuadrones de la muerte. Violencia verbal que en tiempos de paz ha continuado, insultando, mintiendo y tratando de crear un clima de odio y desprecio contra todo aquel que piense diferente de este histérico personaje.
En los sectores bien pensantes de El Salvador se suele decir que ahora ya tiene más influencia en el Diario de Hoy su hijo Fabricio, y que éste es diferente. Pero mientras los editoriales sigan siendo la obra histérica de un hombre probablemente enfermo, y mientras las mentiras redaccionales no se corrijan con información adecuada y confiable, todos los dueños del periódico quedan marcados por el mismo y absoluto desprecio de la dignidad humana que caracteriza al editorialista del periódico.
A nadie en su sano juicio se le ocurre meterse con los familiares que antecedieron a Enrique Altamirano en la propiedad y dirección del Diario de Hoy. Su padre y su madre son personas difuntas y en la cultura normal de la gente sana a los muertos se les respeta. Son personas que ya no se pueden defender, y de cobardes es atacar a los indefensos. Se puede hablar mal de monstruos como Hitler y Stalin, porque históricamente lideraron épocas de barbarie casi infinita que tuvieron una terrible repercusión colectiva, tanto generando víctimas, como verdugos y cómplices cobardes de la infamia. Pero tratar con el irrespeto que este señor trata al P. Jon Cortina, gente de bien y ya fallecido, ni es de hombres con hombría, ni de hombres de bien, ni de personas sanas mentalmente.

MI COMENTARIO:
Todos vemos y escuchamos a dueños de medios, muchos seudo periodistas, "analistas políticos" y presentadores hablar de lo irrestricto que debe de ser la libertad de expresión, de tal forma que aquí se pueda decir y hablar sin consideración ni reparo hacia cualquiera, especialmente cuando hay que ocultar cosas a través del ataque a la verdad. Y esto lo han convertido en un dogma, como el del control de precios en el neoliberalismo, no admite replica, y el que lo haga es anti-sistema y por lo tanto esta fuera de todo contexto; esto es correcto, pero solo a medias, porque aunque en el articulo 19 de la "Declaración Universal de los Derechos Humanos", se lee: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión." , también tiene sus limitaciones, de las cuales no se habla, como la expresada en la "Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica" de 1969, en la que en el articulo 13 señala, en lo relativo a la libertad de pensamiento y de expresión, que:
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideraciones de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección y gusto
2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura, sino a responsabilidades ulteriores (el resaltado es mio), las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar:
a) El respeto a los derechos o la reputación de los demás, o
b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.
3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.
4. Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
5. Estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión u origen nacional (el resaltado es mio)."

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