C A R G A N D O...
Las cosas que parecen y no son... : Salvemos a mi pueblo

6 de octubre de 2009

Las cosas que parecen y no son...

De niño solía, por las noches, recostarme sobre las lajas que servían de grada para conectar la casa de mis abuelos con la calle principal y contemplar aquella maravillosa miríada de puntos luminosos sostenidos por invisibles hilos y que palpitaban en la inmensa negrura del espacio.
Por eso es que cuando asistí a mis cursos de secundaria una de las asignaturas que mas me atrajo se llamaba cosmografía y le puse tanto interés que aun conservo y leo el libro de texto que utilizamos para guiarnos a través de todo el curso. Allí por primera vez conocí sobre la ley de Bode, una curiosa relación entre las distancias de los planetas al sol, señalada en 1772 por el director del Observatorio de Berlín Johann Elert Bode, y la cual va así:
Consideremos los números 0, 3, 6, 12, 24, 48, 96, 192, 384, 768 que a excepción de los dos primeros cada uno es el doble del anterior ( esto es, una progresión geométrica con primer término igual a 0 y una razón de 2). Sumando 4 a cada uno obtenemos los siguientes: 4, 7, 10, 16, 28, 52, 100,196, 388 y 872.
Matemáticamente se trata de una sucesión que facilita la distancia media de un planeta al Sol y que puede escribirse como:
r=(n+4)/10
Donde n = 0, 3, 6, 12, 24, 48,96..., con cada valor de n dos veces el valor anterior y en donde r representa la distancia media de cada planeta al sol (acordémonos que las orbitas son elípticas y por eso hablamos de promedios). Si a la sucesión anterior añadimos 4 obtenemos: 4, 7, 10, 16, 28, 52, 100,... y dividiendo por 10 cada elemento de la sucesión anterior nos quedaría: 0.4; 0.7; 1.0; 1.6; 2.8; 5.2; 10.0...
Por el otro lado, los planetas del sistema solar pueden clasificarse en dos grupos distintos: los cuatro planetas interiores, Mercurio, Venus, Tierra y Marte, y los cinco restantes, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Entre Marte y Júpiter existe una clara separación, que en su momento obligó a Kepler a Afirmar que entre Marte y Júpiter debía de situarse un planeta.
Si relacionamos la secuencia de números que les mostré antes, con los planetas de nuestro sistema, la tercera posición corresponde a la tierra. Si Tomamos como 1 la distancia media de la tierra al sol (lo que se llama una unidad astronómica); la progresión relativa a esa nueva base seria la de la tabla siguiente:

Ocurre que en la realidad, esas distancias (medias), en unidades astronómicas son las que se muestran en la tabla a continuación:

Como se puede observar, la ley de Bode prevé las distancias con una precisión sorprendente, aunque no sucede así en los casos de Neptuno y Plutón; sin embargo, como se ha investigado ya, las órbitas de estos planetas son un poco singulares, y a Plutón ya no se le considera un planeta... bueno, la cosa es que siempre algo tenemos que hacer para cuadrar.
Lo que si esta claro es que hay un orden en todo esto, y la relación de distancias es solamente el resultado de una combinación enorme de variables: densidad, masa, fuerza gravitatoria, volúmenes, distorsiones y a saber cuantas miles de condiciones que no hemos considerado... La Onda, al final de cuentas, es que Bode y Kepler tenían razón; porque allí en el lugar de la tabla donde se encuentra el signo de interrogación había algo... que ustedes ya suponen: "el cinturón de asteroides", lo que en una primera especulación podríamos pensar que es el resultado de un planeta que se "chingastió" alguna vez, o que no se alcanzo a formar, etc... y esos son otros tres pesos, como dicen por allí.
Y entonces?
En la actualidad se sabe por nuevos cálculos que la ley de Bode es una mera casualidad matemática, no hay ninguna base teórica que la sustente. La Ley de Bode es completamente empírica, viene a ser como el resultado de jugar con las distancias de los planetas al Sol y encontrar que una serie en particular se adaptaba a la estructura del sistema planetario.
La Ley de Bode no es sorprendente, teniendo en cuenta las teorías sobre la formación del Sistema Solar, en el sentido de que denota una burda serie geométrica de algún tipo. Su forma final, sin embargo, tan perfecta en apariencia, no es más que una increíble coincidencia.
T300x200universo3 A veces pienso que todo esto es como cuando me decían de pequeño: “pensá un número, multiplícalo por dos, súmale 14, quítale la mitad, réstale el numero que pensaste... te quedan siete...”; si, parece tonto, pero sigue siendo una estructura ordenada....
La admiración hacia el personaje que siempre me adivinaba el resultado del acertijo, permaneció durante mucho tiempo en mi, hasta que aprendí a resolver la primera ecuación lineal... con "una incógnita". Descanse en paz "tío Moyo". Hoy le admiro por otras cosas...

Todavía hoy, cada vez que viajo a mi pueblo y tengo la oportunidad de observar el cielo en las noches estrelladas siento una emoción interior al percibir la perfección y la elegancia del creador al poner cada cosa en el sitio correcto, en la distancia precisa; y que como un todo, se auto regula y equilibra para mantener el orden entre cada una de ellas.

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